Silvia tenía tanto miedo a la soledad que se iba con el primero que pillaba. A la mañana siguiente le preguntaba sí tenía novia, mujer, hijos, quería saber cual era su música preferida, su lectura, películas, comidas… Invariablemente los hombres solían enmudecer o huir con la excusa de ir a por tabaco. Silvia era un trozo de pan sin corteza, hasta que un día…